Un mundo con una población cada vez mayor plantea un reto para una sociedad que hasta el momento ha estado enfocada en los jóvenes.
El siglo veintiuno será recordado, además del caos que estremece el orden mundial, como una época de profundos cambios demográficos. Tal vez el más notable de ellos sea el incremento en la población de lo que se conoce como adultos mayores o personas con más de 60 años de edad. Sus números han ido creciendo en lo que se conoce como la ‘Pirámide de la población’, disparados por un descenso en las tasas de mortalidad infantil y en las de fertilidad, y el aumento en las expectativas de vida alrededor del planeta.
En Panamá el último censo poblacional contabilizó más de 378 mil individuos, entre hombres y mujeres, con edades superiores a los 64 años. Según los pronósticos regionales esta población aumentará en los próximos años, de un adulto mayor por cada 10 habitantes a uno por cada seis habitantes en el 2030. La tendencia se acentuará en el 2050, con una persona con más de 60 años por cada tres.
¿Qué tan preparados estamos para atender las demandas de una sociedad que al parecer se hace cada vez más vieja? ¿Tendrán los gobiernos que adaptarse a las demandas específicas de una población que a pesar de su edad aspira a mantener su productividad sin menoscabo de su calidad de vida? Estas son algunas de las preguntas que intenta responder HelpAge Internacional, una Organización No Lucrativa (ONG) fundada en 1984, en un estudio que fue presentado recientemente en Panamá.
Se trata del ‘Índice Global de Envejecimiento, AgeWatch 2014’, que a través de cuatro indicadores -seguridad de ingresos, estado de salud, competencias y entornos favorables- intenta medir la calidad de vida y el bienestar de los adultos mayores. Así lo explica Joost Martens, director regional de HelpAge International para América Latina y el Caribe, para quien este estudio, al ofrecer información comparativa de la situación de los adultos mayores en 96 países, ‘es un instrumento para la formación de políticas gubernamentales, para resaltar fortalezas y debilidades, así como los desafíos que plantea el envejecimiento de la población’.
‘Ahora vivimos más tiempo, por lo que tenemos que diseñar una sociedad que sea más ‘amigable’ con el adulto mayor’, planteó Martens durante una conferencia realizada el miércoles pasado, en el Día Internacional del Adulto Mayor, en la Ciudad del Saber, donde están ubicadas las oficinas de HelpAge en el Istmo.
UN MUNDO MÁS VIEJO
‘Se estima que la proporción de personas de 60 años y más en el mundo se incrementará a cerca del 12 por ciento en el año 2014 y al 21 por ciento en 2050... Hasta el año 2050 -a penas a una generación del presente - habrá dos mil millones de personas de más de 60 años, casi tantas como niños menores de 15 años, comparado con los 868 millones actuales... Treinta y tres países tendrán, cada uno, más de 10 millones de personas de mayores de 60 años, y tres (China, India y EEUU) tendrán más de 100 millones cada uno’, advierte el informe elaborado por HelpAge International y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés).
‘Todos los países del mundo están envejeciendo, hay menos niños y más adultos mayores. La base de la pirámide se está achicando y la cima se extiende. La sociedad tiene que estar preparada para enfrentar esta realidad. En un futuro tal vez lo mejor será construir menos escuelas y más facilidades que beneficien a los adultos mayores’, señaló Martens.
‘Se supone que dentro de 20 años uno de cada tres panameños va a ser un adulto mayor, por lo que habrá que alterar la infraestructura pública, los planes de estudio, etc. Hace falta pensar en torno a un grupo de edad concreto que en el mundo está dominando’, precisa el sociólogo Virgilio Franchesi, analista de políticas sociales del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES).
MÁS ALLÁ DEL SUBSIDIO
Frente al impacto que tendrá este crecimiento de los adultos mayores en todo el mundo, la escritora Edilia Camargo asegura que ‘actualmente no existen políticas desarrolladas para los adultos mayores, por lo que se hace necesario organizar una mesa de trabajo para discutir esta situación de forma permanente y no slo en el Día Internacional del Adulto Mayor’.
Camargo, que trabaja como voluntaria en el secretariado ejecutivo de la Red Continental de Adultos Mayores, destacó que ‘si las políticas públicas en realidad respondiesen a las expectativas sociales de todos los grupos, incluyendo a los adultos mayores, en realidad no habría necesidad de subsidios’.
Aunque Martens reconoce que el ‘subsidio da cierta autonomía, cierta autonomía a los adultos mayores’ considera que es necesario ajustar los servicios de salud y los de transporte público para que se adapten a las exigencias de una sociedad con más adultos mayores que jóvenes.
Aunque es innegable que subsidios como ‘120 a los 65’ contribuyeron a que Panamá escalara seis posiciones con respecto al Índice Global del año pasado -de la posición 30 pasó a la 24, lo que la acerca a países como Noruega, Suecia, Canadá, Alemania y Holanda, que ocupan las primeras posiciones -, para Franchesi se corre el ‘peligro de caer en el asistencialismo, en el paternalismo’.
El sociólogo afirmó que uno de los objetivos de la presente administración del presidente Juan Carlos Varela es la creación de una ley integral del adulto mayor. Para el istmo representaría otro avance en el tema de las políticas que velan por el bienestar de los adultos mayores, para que la vejez no sea sinónimo de desgaste, soledad y zozobra, sino de salud, bienestar e inclusión.