El derecho romano extrajo la noción de persona del teatro. Era la máscara puesta al actor. Giorgio Agamben in Prólogo a lo Sagrado de Simone Weil
Por: Edilia Camargo.
Se puede ser pro o contra la ONU. Lo cierto es que el 1 de octubre, Día Internacional de la persona de edad…adulta mayor, decretado por Resolución 45/106 de 14 de diciembre de 1990, inspira a pesar de todo, una especie de clamor universal pidiendo reparación en justicia.
En Panamá, se celebraban misas. Importante tocar la sacralidad de la persona. Desfiles y concursos para escoger a reinas viejas. Y la última moda, visibilizar al “adulto mayor”. Término sexista todavía usado en Universidades de nuestro país.
Recurrir al paraguas que ofrece el término...muy cómodo y oportunista... “adulto mayor”, equivale a no visibilizar a la vejez. A no llamarla por su nombre. Es decir, no existe. Al menos que un todopoderoso personaje, la “visibilice” sacándola de la nada. Ah “mis” adultitos mayores …. bailan , rezan, comen, y hacen “manualidades” …Aun cuando – por favor... no lo digamos en voz alta- haya que pedir papel higiénico para ellos/as, después de las misas.
El tema escogido por la ONU para este 2022 tiene que ver con la “resiliencia de las personas mayores en un mundo cambiante.” Los Comités sobre envejecimiento en Nueva York, Ginebra y Viena, fueron invitados a celebrarlo con un enfoque distinto y complementario del tema.
En NY se quiso mostrar cómo la pandemia del COVID-19 exacerbó las desigualdades que existían de base e intensificó los impactos socioeconómicos, ambientales, climáticos y de salud en la vida de las personas mayores, especialmente en las mujeres mayores, que son la mayoría.
Me pregunto si el hecho de haber dejado Panamá la silla vacía durante los dos últimos ejercicios de evaluación del Plan Madrid 2002; San José, CR 2012 y Asunción, Paraguay 2017, no juega en su contra. A pesar de la buena intención de este gobierno por restablecer el punto focal temático que la ONU pidió en todos los países...En contra, sobre todo, de la protección social en derechos, que se les debe a los panameños /as mayores de 60 años.
Una mirada rápida a una de las celebraciones del Día, en la USMA, no solo habla de un retroceso tanto conceptual como estratégico en cuanto a un anhelado planteamiento académico sobre la vejez. Y políticas acordes. Panamá lo propuso en Madrid+5 - Brasilia 2007- Sino de una patética y ridícula acentuación del viejismo, ahora revestido con toga intergeneracional…apostólica y romana…
La Universidad de Panamá cerró la puerta a tal circo. Guardó silencio a la propuesta de la Red Continental, de resetear la pomposa Universidad del Trabajo y de la Tercera Edad, en una Cátedra Latinoamericana de Estudios sobre Vejez y Envejecimiento…con el apoyo de CLACSO.
No es pues un Día para celebrar la implicación académica panameña en la construcción de nuevos paradigmas sobre la vejez. Nuestro movimiento social lo viene pidiendo desde 2016. La Declaración de Guayaquil, centrada en repensar la vejez y el envejecimiento, como tema global. ( Ref. www.redcont.com/Declaraciones).
La pandemia del COVID-19 no necesitó del MIDES ni de la USMA para “visibilizar” en Panamá, las nulas políticas públicas transversales e intersectoriales en materia de vejez y envejecimiento y la confiscación de derechos en salud, educación, cultura y deportes, participación ciudadana.
Finalmente, a prueba de contrario, la burla institucionalizada hacia la persona en su dignidad humana, tal el caso de los viejos/as en Panamá; más la niñez y adolescencia, mujeres, discapacitados, afros, originarios, hace de este día internacional, lo opuesto a una celebración de berracos/as resilientes. Todo lo contrario...Una descarada y vergonzosa tragedia.
